Reseña sobre "El Gran Dictador"
El pasado miércoles 27 de septiembre se llevó a cabo el programa radial estudiantil “Nuestro Mundo” en la Plazoleta principal del INTEC, donde fui locutor y estuve a cargo de un segmento llamado “CineArte”, que consistía en un espacio dedicado a lo que es el mundo cinematográfico. Para el desarrollo de este, me propuse ver la película “El Gran Dictador”, de Charles Chaplin y armé una reseña de la película misma que les quisiera compartir.
La película “El Gran Dictador”, fue estrenada en 1940 y fue escrita, dirigida y protagonizada por el famoso cineasta y actor británico hollywoodense Charles Chaplin.
Esta sátira fue hecha con el fin de representar la dualidad entre la dictadura y tiranía frente al pueblo sin medios para combatirla, más específicamente, en una de las peores épocas jamás vividas por la historia del hombre como lo fue la dictadura de Adolf Hitler en Alemania y su desprecio y repugnancia en contra del pueblo judío, con lo cual buscaba su total exterminación.
En la misma, Chaplin interpreta a dos roles, uno de ellos siendo el del dictador Adenoid Hynkel, inhumano y despiadado dictador de Tomania (parodiando a Hitler y su dictadura en Alemania); y el otro siendo el de un humilde barbero judío que se reincorpora al gueto tras haber perdido la memoria en un accidente durante los últimos meses de la Primera Guerra Mundial.
Recuerdo como tal una particular escena, que por cierto es una de las más icónicas de la historia del cine y una de mis favoritas, en la que vemos a Hynkel en su oficina charlando con el Ministro Garbitsch (que en verdad es una interpretación de Joseph Goebbels) donde discuten sobre la invasión a Austerlich, en la que el Ministro le plantea el concepto a Hynkel de “dictador del mundo”, refiriéndose a como esa invasión solo sería el inicio de una amenaza más grande, una que no solo se limita a la erradicación de judíos, sino también de los morenos y de todo aquello que impida la supremacía de los “rubios”, la de una raza aria pura sobre todas las demás. “César o nada” es la frase en la que se apoyan, en otras palabras, esa era la única realidad que para ellos era posible.
Si me lo preguntan, lo curioso de este filme es como en verdad representa una imagen mucho más amplia que la que transmite como tal, esta es acerca del corrompimiento que trae el poder y como con este el humano busca el control de todo lo que ese poder le permita acaparar.
Sin duda alguna es una película que les recomiendo, porque si bien es muy vieja y antigua, además de que está en blanco y negro, es interesante ver como a través de un toque cómico se expresa la realidad bastante preocupante de aquella época. Les adjunto un enlace para que la vean si les mata la curiosidad tanto como a mí.
